miércoles, 26 de octubre de 2011

...Pues tienes razón...

Poneos en situación: a Álex de la Iglesia, consagrado director de cine (en mi humilde opinión, y a pesar de algún que otro bodrio, de los pocos a tener en cuenta en el panorama nacional), le es encomendada la ímproba tarea de defender lo indefendible, a saber: modelo actual de negocio de productoras y distribuidoras de cine -discográficas por extensión-, y de toda una industria en claro declive por no saber adaptarse a los tiempos ni a los medios de que dispone. 
Varios de los tuiteros más activos de la red le espetan, con más o menos educación, punto por punto (y en menos de 140 caracteres, recordemos lo breve que, por definición, es twitter), por qué no puede sentar cátedra con sus palabras desde el pedestal que le confiere su ya ex-cargo de director de la academia de cine; le rebaten con argumentos, con hechos y con la ley en la mano todos y cada uno de los párrafos, citas y demás propaganda que se ha aprendido para decir delante de un micrófono...

...Y el bueno de Álex, en lugar de indignarse, de ponerse las botas que le aprietan, de hacerse el incomprendido y llorar amargamente porque nadie le quiere, pues va y queda para comer con todos aquellos que le han llevado la contraria, nada más y nada menos que para escucharles... tócate los pies.

Lo que pasó a continuación más o menos se recuerda... en la gala de los Goya pidió respeto para la noble profesión del cine, que si nosequé, que si nosecuántos... pero antes de acabar su speech, pidió voz para la gente que le había descubierto una parte de la verdad de la que no quería darse cuenta... que resulta ser la gente que -curiosamente- va al cine... y la ministra Sinde le lanzó una media de tres maldiciones por cada segundo que hablaba de la chusma...

Hay muchos más ejemplos de twit-gurús, auténticos expertos en abrir ojos (o, al menos, dar una visión menos sesgada de la realidad) que han proseguido ese camino; después del efecto "de la Iglesia", el famoseo se cuida muy mucho de no tener la dosis de humildad necesaria como para escuchar las voces de sus followers -nombre que reciben los seguidores de alguien en twitter- cuando rebaten o simplemente opinan sobre la información que alguno de ellos publican en esta -mal llamada- red social.



Pero esto... ¿Qué tiene que ver con la educación?


Pues veréis, me vais a perdonar mi fijación por la adolescencia, pero estamos hablando de formar opinión... que un adolescente vea a diario esa colección de dimes y diretes, de argumentos, de impresiones, de sensaciones y de información, en un proceso que acaba en una paz tácita entre el olimpo y los mortales, es algo nunca visto hasta ahora y que no tiene precio, es aprender el Arte de Tener Razón en cómodas píldoras individuales. Twitter ha obrado el milagro; ha hecho bajar a la tierra a las celebrities, las ha enfrentado en el coliseo público con nuestros mejores gladiadores, y lo mejor de todo, ganen o pierdan, deciden quedarse en la tierra, y siguen compartiendo parte de su tiempo con nosotros sin miedos, sin barreras más allá de la intimidad más respetable. Varias ex-alumnas mías, con solera ya en el mundo twitter, han visto de primera mano todo lo que os estoy comentando; pueden contar con los protagonistas de la información como referencia en sus idearios... pueden llevarles la contraria, pueden criticarles, incluso pueden hablar con ellos si tienen un poco de suerte...y sobre todo, pueden conocer en unos pocos minutos muchas más caras de la información que las que la tele les va a ofrecer nunca. 

¿Que hacen suya una idea porque se la oyen decir a su ídolo en twitter...?
¿Acaso no es lo más normal del mundo?
...Pero aquí viene lo bueno, ¿Cuántos jóvenes siguen en twitter a cantantes, actores o presentadores que sólo se conectan para promocionar su último parto mediático? Cada vez menos... 
Preguntaos cuántos comprueban la humildad de algunas de esas personas muy conocidas, que responden con un "nunca lo había visto así, gracias por tu comentario", o simplemente un "no estoy de acuerdo, pero me parece interesante tu aportación", conscientes tal vez de que quien le sigue tiene sólo 15 ó 16 años y no necesita más frivolidades en su vida. 

Por eso os digo que twitter ha dado en el clavo; acerca como ninguna otra plataforma a las personas, no a las imágenes públicas. y a todo aquel que va de divo o de iluminado le reparte galletas digitales... ¿Verdad, @AlejandroSanz?

Tanto el autor de este blog como un servidor estamos dentro, síguenos -si quieres- en @ediazan y @dmunozb. Encantados de saludarte.

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